El número de extranjeros en España se acerca al de Francia, al alcanzar un 6 por ciento de la población

La bolsa de inmigrantes en situación irregular que tiene España no mengua. Y eso que entre los meses de febrero y mayo pasado el Gobierno ha abordado el mayor proceso de regularización que jamás ha habido, en el que se registraron 700.000 solicitudes de legalización. En mayo, coincidiendo con el cierre de los plazos para admitir más solicitudes, ONGs y algunos partidos políticos ya denunciaron que al menos 500.000 personas se habían quedado fuera del proceso. Hoy, la cifra asciende a un millón de «sin papeles», según la conclusión a la que ha llegado Ep después de cruzar los datos entre el número de inmigrantes que a fecha 30 de septiembre tienen la tarjeta de residencia en vigor y las últimas cifras de empadronados de las que dispone el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que pertenecen al mes de julio, un trámite, este último, para el que no se necesita tener la residencia legal.
El INE estima que el número de extranjeros empadronados ha rebasado la barrera de los cuatro millones. De éstos, un millón serían extranjeros comunitarios (muchos magrebíes), por lo que no podrían considerarse irregulares, a pesar de no tener tarjeta de residencia. De este modo, si restamos los tres millones de inmigrantes que pertenecen a países extracomunitarios, con el número de extranjeros con la residencia en vigor, el resultado es de un millón de personas que están empadronados en los ayuntamientos españoles pero no tienen los permisos para residir en España.
En los nueve primeros meses del año, el número de extranjeros aumentó en España al incorporarse 619.723 personas como residentes legales, casi el doble que el crecimiento que se dio en 2004, con 330.280. Los extranjeros representan ya el 6 por ciento de la población española, una cifra que se acerca a la registrada por países como Francia, con un 8 por ciento. De los extranjeros con residencia legal, cabe destacar que un 21,2 por ciento son nacionales de la Europa Comunitaria, mientras que un 35,7 por ciento son iberoamericanos, un 23,9 africanos, un 11,9 europeos no comunitarios y un 6,4 por ciento asiáticos. Los que más crecimiento han experimentados son los europeos no comunitarios (83,4 por ciento), los iberoamericanos (42,8 por ciento) y los africanos (24,5 por ciento). Por nacionalidades, se mantiene el liderazgo de los marroquíes (473.048 personas), seguidos de ecuatorianos (333.251), colombianos (192.965), rumanos (174.590) y británicos (144.283). Todos ellos representan más de la mitad (50,7 por ciento) del total de extranjeros legales. Sin embargo, los mayores incrementos se han producido entre ecuatorianos (111.702 personas), rumanos (91.218), marroquíes (86.090), colombianos (55.596) , bolivianos (33.311) y argentinos (23.245). De todos los inmigrantes legales, 98.142 pertenecen al África Subsahariana.