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La primera piedra de una instalación piloto de carburante "biomasa" ha sido erigida el 4 de noviembre de 2005. Esta instalación, que va a ser construida en Forchungszentrum Karlsruhe (FZK) en Alemania con la participación de industrias y de la agencia para las materias primas basadas en la biomasa (FNR), testará por el momento el proceso global de producción de biocarburante de biomasa.
La producción de carburantes de síntesis y de productos químicos basados en la biomasa reduce la dependencia en relación con el petróleo, así como las emisiones de CO2. Además, la biomasa es la única energía, proveniente del carbono, renovable que permite fabricar productos químicos. Las materias disponibles no utilizadas, como la paja, podrían por sí mismas cubrir el 10% de las necesidades actuales alemanas de carburante. El incoveniente de la biomasa es su baja densidad que eleva los costes de transporte.
Un proceso desarrollado en FZK, llamado "bioliq" o BTL (Biomass To Liquid) resolvió este problema y produce carburante de buena calidad adaptado a las futuras generaciones de motor. Se compone de dos etapas: primeramente la biomasa es transformada en las instalaciones de pirólisis rápida en un producto intermedio que tiene una concentración energética 10 veces superior (comparable a la del petróleo en bruto). Este producto, llamado "slurry", es conducido a continuación hacia una instalación dedicada a la producción de gas (hidrógeno y monóxido de carbono) y a la síntesis de carburantes. La mayoría de la biomasa utilizada provendrá de la paja y de otras sustancias compuestas de celulosa, que representan más del 90% de la biomasa agrícola, pero la madera desechada, las cortezas y el papel no están excluidos. El coste de un litro de carburante se situará alrededor de un euro, teniendo en cuenta que el carburante proveniente de la biomasa no está sujeto a tasas en Alemania hasta el 2009.
Algunas industrias participan en el proyecto. Por una parte la empresa Lurgi AG de Francfort estudia un proceso de pirólisis rápida a partir de la biomasa. Por otra parte la empresa Future Energy de Freiberg (Saxe), se consagra a la gasificación de alta presión. La inversión de la instalación supone 23 millones de euros. La industria del automóvil (VW y Daimler-Chrysler) está interesada por la síntesis de biocarburante para el desarrollo de motores con emisión y consumo reducidos. China está igualmente interesada por el asunto, que podría cubrir una parte de sus necesidades crecientes de carburantes.