Si vis pacem, para bellum?

La sesión del Consejo de seguridad de la ONU sobre el dossier nuclear iraní parece cada vez más probable. Moscú se suma progresivamente a las posiciones europea y americana. Al mismo tiempo que los miembros permanentes del consejo de seguridad de la ONU y Alemania buscaban, hoy lunes 16 de enero, los medios para limitar el programa nuclear iraní, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado que Rusia, Europa y Estados Unidos tenían posiciones próximas acerca de la amenaza iraní.
Ya el miércoles Rusia se decía "decidida" y "alarmada" por la decisión de Teherán de retomar las investigaciones en materia de enriquecimiento de uranio. Se trataba pues del signo más claro de la existencia de una impaciencia de Rusia hacia Irán.
Él ha recordado que Irán contemplaba siempre la posibilidad de enriquecer su uranio sobre suelo ruso. "El ministerio de asuntos exteriores iraní ha indicado particularmente que no excluía aceptar nuestra proposición", ha afirmado.
Moscu ha propuesto repetidas veces a Teherán el traslado de las actividades iraníes de enriquecimiento de uranio a territorio ruso para poner fin a las sospechas de los países occidentales acerca de la voluntad de Irán de dotarse de armas nucleares. Pero hasta la presente Irán ha afirmado en varias ocasiones que esta proposición, sostenida por la Unión europea y por Washington, no era aceptable sino a condición de que Teherán pudiera igualmente proceder al enriquecimiento de uranio en su territorio.
En cambio, interrogado sobre la idea de una intervención militar en Iran, Putin a subrayado que él no se permitiría "declaraciones irreflexivas". Nosotros seguiremos trabajando con nuestros colegas americanos y europeos para encontrar una solución, añadió el presidente ruso.