David Nabarro, coordinador de las agencias de Naciones Unidas afectadas por la epizootia.

De cara a la progresión de la epizootia de gripe aviaria, los expertos resaltan que los países industrializados se equivocan al limitarse al stock de medicamentos antivirales y no acentuar la lucha contra la enfermedad animal.

¿Qué papel juegan las agencias de la ONU?

Se podría decir, de forma esquemática, que la FAO -Organización para la alimentación y agricultura- no se ocupa sino de la salud veterinaria y de la lucha contra el virus H5N1 allá donde este agente altamente patógeno castiga de forma endémica. Y se podría pensar que la OMS -Organizción mundial de la salud- no hace aquí más que incitar a los gobiernos a proveerse de medicamentos antivirales y al desarrollo de vacunas.
En la práctica, es distinto. Yo he vuelto de Vietnam et de China, y he constatado que no hay, sobre el terreno, ninguna oposición. Las acciones de la medicina veterinaria y de la medicina humana deben ser llevadas por delante. Es necesario combatir la gripe aviaria y protegerse contra el riesgo de pandemia de gripe humana puesto que se sabe que esta última sobrevendrá, aunque no se sepa cuándo y cómo.

¿Se dispone, a escala internacional de los recursos necesarios para luchar en ambos frentes?

Es esencial decir que no tenemos, hoy, bastantes fondos y ayuda para luchar contra la epizootia. Es por tanto más inquietante que esta epizootia continúe castigando en Asia, progrese en Europa y pueda alcanzar a Africa. Por tanto, cuanto más progrese la epizootia, más se intensificará la replicación del virus H5N1 y el riesgo de que emerja un virus gripal mutante y una pandemia se eleva. La urgencia mundial es yugular la enfermedad entre los animales, desarrollar nuestra acción en el frente veterinario para proteger a la especie humana.

¿Es necesario apoyar la acción de la FAO?

Los gobiernos y los responsables políticos son generalmente mucho más sensibles a los riesgos sanitarios concernientes a la especie humana que a la salud de los animales. Pero los expertos y los técnicos están por encima de las cuestiones políticas, y ellos deben hacer comprender a los responsables que la lucha contra la epizootia de be tener prioridad absoluta. La FAO tenía, en principio, evaluada la suma necesaria en 100 millones de dólares. Yo pienso hoy que vale más contar con 180 millones de dólares. Ahora bien, esta agencia no ha reunido, por ahora, más que una treintena de millones de dólares. La urgencia mundial es encontrar, en cuatro semanas, 150 millones de dólares para yugular la enfermedad entre las aves.
¿Si esta suma se consiguiera, se puede pensar en la erradicación del virus H5N1?

En verdad, será muy difícil la erradicación planetaria de la gripe aviaria porque este virus ha afectado a las aves salvajes. Además, puede, a partir de ahora, tomar las grandes vías de migración norte-sur de las aves.

¿Hay pruebas de que las aves migratorias jueguen un papel en la diseminación del virus?

Es difícil demostrar científicamente y afirmar que los recientes focos epizoóticos en China, Mongolia, siberia, Turquía y Rumanía, son debidos a las aves migratorias. Hay, no obstante, un consenso establecido sobre este tema entre los expertos. Se puede reducir el riesgo luchando de manera sistemática contra cada foco epizoótico, a través del sacrificio, cuarentena y protegiendo las aves domésticas mediante vacunación. Podemos controlar la situación pero sin prever una erradicación.

¿Quiere usted decir que debemos aprender a vivir con esto?

Sí. Por ahora es la consecuencia que debemos sacar, sin caer en el derrotismo. Lo urgente es intensificar la lucha obteniendo de los paises industrializados la financiación y que los paises pobres den prioridad política a esta lucha contra la enfermedad animal. Es preciso vencer y esto no es sencillo, los reflejos nacionalistas: cerrar las fronteras no sirve de nada.
Se comienza a percibir signos de un espíritu de cooperación en los Estados Unidos, en la Unión Europea y en China. Hace falta también una cooperación, a escala nacional, entre las agencias encargadas de la salud humana y de la salud veterinaria. Esto comienza a ser así en paises afectados como Vietnam, Thailandia o China. Por fin, es preciso una financiación equitativa entre el Norte y el Sur. Sin estas tres condiciones, será imposible luchar.